Los fallutos ecologistas
Hoy vamos a encarar un tema urticante, un tema que da de comer a cientos y miles de periodistas, políticos y reinas del carnaval de Gualeguaychú: estamos hablando señores de la ecología. Pero no vamos a caer en el facilismo de atacar a los contaminadores porque ensucian, degradan, envenenan... para nada. Ese es un enfoque ingenuo, infantil, insulso, incipiente, intangible, intransigente.
Nuestra mirada es mucho más profunda. Y nos vamos a dirigir a Ud, si, a Ud que está escuchando, a Ud que se vanagloria de aportar 5 pesos mensuales a greenpeace, a Ud que lagrimea cada vez que observa por televisión a un pingüino empetrolado, sí, Ud no se haga el revolucionario.
Escúcheme insensato: ¿Ud quiere lavarse la cabeza con champú con ceramidas con olor a frutas, cuidar su piel con cremas a base de proteínas de aceite de castor? ¿Ud que pretende renovar su vestuario en cada estación, cambiar el auto todos los años y andar todo el día arriba del mismo, del auto, incluso para ir al kiosco y si no sube al departamento en auto es porque no cabe en el ascensor del edificio. A ver... ¿Ud quiere seguir comiendo caramelos descantando sin culpas esos papeles coloridos, quiere seguir escribiendo en un inmaculado papel blanco las recetas de los chef japoneses, quiere seguir limpiándose al ano con un sedoso papel tissue, quiere seguir recordando estupideces tales como “llamar a Agus” con esos cuadraditos amarillos llamados post-it?
A Ud le digo, babieca, nada de esto es posible si defiende la ecología. Entiéndalo. El papel y el bosque no pueden existir los dos a la misma vez, no pueden conciliarse su baño diario con sales perfumadas y los ríos sin desechos cloacales.
Sepaló SEÑOR... el progreso no hace juego con la ecología. Piénselo cada vez que pisa el acelerador de su potente sedan 4 puertas, piénselo, guarde los 5 pesos para comprar un pizza y arroje sin pudor la caja de cartón a la basura.
Nuestra mirada es mucho más profunda. Y nos vamos a dirigir a Ud, si, a Ud que está escuchando, a Ud que se vanagloria de aportar 5 pesos mensuales a greenpeace, a Ud que lagrimea cada vez que observa por televisión a un pingüino empetrolado, sí, Ud no se haga el revolucionario.
Escúcheme insensato: ¿Ud quiere lavarse la cabeza con champú con ceramidas con olor a frutas, cuidar su piel con cremas a base de proteínas de aceite de castor? ¿Ud que pretende renovar su vestuario en cada estación, cambiar el auto todos los años y andar todo el día arriba del mismo, del auto, incluso para ir al kiosco y si no sube al departamento en auto es porque no cabe en el ascensor del edificio. A ver... ¿Ud quiere seguir comiendo caramelos descantando sin culpas esos papeles coloridos, quiere seguir escribiendo en un inmaculado papel blanco las recetas de los chef japoneses, quiere seguir limpiándose al ano con un sedoso papel tissue, quiere seguir recordando estupideces tales como “llamar a Agus” con esos cuadraditos amarillos llamados post-it?
A Ud le digo, babieca, nada de esto es posible si defiende la ecología. Entiéndalo. El papel y el bosque no pueden existir los dos a la misma vez, no pueden conciliarse su baño diario con sales perfumadas y los ríos sin desechos cloacales.
Sepaló SEÑOR... el progreso no hace juego con la ecología. Piénselo cada vez que pisa el acelerador de su potente sedan 4 puertas, piénselo, guarde los 5 pesos para comprar un pizza y arroje sin pudor la caja de cartón a la basura.
1 comentario:
Hola,
Estamos realizando un pequeño estudio para una clase sobre los champús biológicos. Por eso necesitamos su ayuda: seria estupendo que vayan a la pagina siguiente: http://docs.google.com/Doc?id=dg6cgdqd_2fwt7hnc7 y que rellenen esta pequeña encuesta.
Muchas gracias por la ayuda,
Saludos,
Cécile
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