Política
Crónica desde el espanto
Podría intentar escribir esta crónica desde una supuesta objetividad, una pretendida objetividad en donde las palabras buscaran explorar posibles explicaciones y auguraran horizontes políticos probables. Lo intento pero me viene a la cabeza una y otra vez una canción de Seru Giran, “Canción de Alicia en el País”. Desde hace algunas horas resuena en mi cabeza. El viernes anterior a las elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en un intercambio grupal de mensajes de correo electrónico sobre Mauricio Macri y el PRO, uno de los participantes envió esta canción como única respuesta.
No advertí la premonición enorme que estaba detrás de ese gesto, no pensé en Alicia, no pensé en el espejo y en el reino de pavor que la canción auguraba:
“Quién sabe Alicia éste país
No advertí la premonición enorme que estaba detrás de ese gesto, no pensé en Alicia, no pensé en el espejo y en el reino de pavor que la canción auguraba:
“Quién sabe Alicia éste país
no estuvo hecho porque sí.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas,
¿dónde más vas a ir?”
Es cierto, al menos para los que nos quedamos: es aquí el territorio en donde los sueños deben hacerse realidad. Y la realidad cotidiana Alicia no es producto de generación espontánea, esa realidad aparente del espejo, esa imagen de una imagen. Una breve advertencia Alicia, quién sabe, quizás las cosas son como las hicimos.
“Y es que aquí, sabes
“Y es que aquí, sabes
el trabalenguas trabalenguas
el asesino te asesina y es mucho para ti.
Se acabó ese juego que te hacía feliz.”
Cuidado Alicia, cuidado, las cosas lastiman, duelen, cuando prometen que tres tristes tigres comen trigo, se refieren a esos tigres, a nadie más. Cuando el asesino mata, asesina de verdad, cuando se pide más muerte para la muerte, esa muerte es de verdad Alicia, se muere sin sonido entre medio de disculpas, apuntando con el dedo hacia el ombligo.
Y los muertos te pertenecen Alicia, no hay más palabras, desde ahora sólo trabalenguas y asesinos.
“No cuentes lo que viste en los jardines,
Y los muertos te pertenecen Alicia, no hay más palabras, desde ahora sólo trabalenguas y asesinos.
“No cuentes lo que viste en los jardines,
el sueño acabó.
Ya no hay morsas ni tortugas
Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
juegan cricket bajo la luna”
Si Alicia, esas visiones del infierno que retornan una y otra vez, esas visiones repetidas como una letanía perversa, como una oración que todos cantan al ritmo de la venganza. No lo cuentes Alicia, las cabezas siguen jugando Cricket, los hombres huecos de Thomas S. Elliot que han invadido los espacios hasta cubrirlos casi por completo.
“Estamos en la tierra de nadie,
“Estamos en la tierra de nadie,
pero es mía
Los inocentes son los culpables,
dice su señoría,
el Rey de espadas.”
Así es Alicia, aunque parezca una broma de mal gusto, el que tiene la espada acusa a los muertos de haber fallecido, los que creen que tienen la espada Alicia, siguen cayendo como moscas mientras defienden al Rey de Espadas que los mata por la espalda, entre el aplauso entusiasta de las víctimas, que se sostienen privilegiados. Ay Alicia.
“No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,
“No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,
no tendrás poder
ni abogados, ni testigos.”
Pobre Alicia, ahora que entendió, ahora que supo, nadie te va a defender. Alicia, vas a morir de lucidez mientras las voces gritan tu ignorancia, tu lúcida ignorancia Alicia.
“Enciende los candiles
“Enciende los candiles
que los brujos piensan en volver
a nublarnos el camino.”
Eso queda Alicia, aunque el candil sea apenas una lumbre mezquina y molesta, una espina isignificante, una gota de sal en el océano, aunque no quede otra cosa que hacer Alicia, es necesario que el candil siga ahí.
“Estamos en la tierra de todos,
“Estamos en la tierra de todos,
en la vida.
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruinas sobre ruinas, querida Alicia.”
Esas ruinas Alicia, esas ruinas que vuelven una y otra vez de la mano de los brujos a los que hay que sacar desde atrás del espejo, de la desmemoria, esos brujos que hipnotizan a los que se dejan hipnotizar, a los que no creen que haya un atrás del espejo, a los que niegan ese atrás del espejo que han visto una y otra vez.
“Se acabó ese juego que te hacía feliz.”
Ahora que no hay más juegos Alicia, ahora es necesario volver a romper el espejo.
“Se acabó ese juego que te hacía feliz.”
Ahora que no hay más juegos Alicia, ahora es necesario volver a romper el espejo.
Marcelo Fernández
de la redacción de Urticultura
11 comentarios:
bien ahí
Gracias Negro
Marcelo
Che marce ahora que te estas inyectando. Yo siempre supe que a ustedes les gusta o eso quieren rewflejar (especialmente el negro niro que se la da de pesado y apenas toma cafe con leche y escuha lo que habla la gente seria).
Otra cosa, el blog se esta cayendo a pedazos, solo escriben dos y no lo debe leer nadie con dos dedos de frente, como es programa de radio que ni el gil de la radio escuchaba.
"Yo siempre supe que a ustedes les gusta o eso quieren rewflejar"
¡¡¡He aquí el mejor émulo de Cortázar, o tal vez de Saramago, Anónimo, que loable transgresión a las normas la suya!!! ¡¡¡Genio!!! ¡¡¡Semejante ruptura sintáctica merece ser premiada por la RAE, o por alguien!!! Pero ya, que se hace tarde...
Insisto muchacho anónimo, sigo sin entender tus comentarios. Lo bueno sería que mantuvieras una línea argumental, digo, a los efectos de seguirte y si es necesario, refutarte, pero no da ni para eso. Ya sabía yo que algo pasaba en el blog, debe ser culpa de la municipalidad. Yo me voy a poner en contacto con ellos para que nos hagan mantenimiento. Ya estás para el premio de poesía corta de la Fundación Bordolino, metele que son pasteles anonimito.
Marcelo
No sere cortazar o saramago, pero entiendo que aca estan todos en las ultimas. Marce a la cabeza que pone "De la redacciòn de.." bah muy parecido a como firman en La Nacion, ese diario que en este blog de ignorantes y resentidos sociales (el gordo ale) no debe ser muy bien visto.
Bue ,sabado a la noche, ya enfilo para San Isidro u Olivos, a pasarla bien, con toda la gente "bien", o sea la poca que quedea en la argentina. Si los veo en marmol e independencia les toco la bocina desde el auto.
suerte y sigan asì, q la vida de grasas les sienta bien y en si es la ùnica que van a conocer en su puta vida.
Gracias por la poesía. No, no sos Saramago. Estate tranquilo. Y Cortazar tampoco.
Saludos a la gente de San Isidro y Olivos. Deciles que no nos extrañen.
¿En las últimas? No, no ha hecho más que empezar la cosa. En eso, también quedate tranquilo.
Grasa si, en eso tenés razón, la otra vida me parece predecible, aburrida y en el mejor de los casos, insulsa.
Marcelo
PD: hay una liquidación en el Outlet de Levis, creo que es tu oportunidad...
gracias marce, pero no voy a outlests eso se lo dejo a gente como vos jejejejejjeje
¿Seguro? ¿Y entonces en dónde conseguiste esa cultura de segunda mano?
Touche
Marcelo
me la vendio el negro niro y el analfabeto cultura dle momento: El gordo ale
jejeje
Con razón, ya decía yo. Porque obviamente no esperaba que tuvieras una idea propia, digo, como proyección de una actividad interior, psíquica, que algunos muchachos en el colmo del optimismo denominan "proceso de pensamiento".
Ahora entiendo...
Marcelo
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