31 enero 2008

Dime con quién andas...

Y te diré si eres perdonado...

El 30 de enero de 2008 murió Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, ultraconservadora orden, favorita de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Esto no sería más que una anécdota, si Maciel no hubiera sido acusado de abuso sexual por al menos nueve seminaristas, hechos ocurridos entre 1940 y 1960. Luego las denuncias se multiplicaron.
En mayo de 2006 el Vaticano había pedido a Maciel que se abstuviera de celebrar Misa y que consagrara su vida al "arrepentimiento".
El padre Alvaro Corcuera, director general de la Legión de Cristo y del Movimiento de Apostolado Regnum Christi, declaró mediante una carta:
"Dentro de la profunda tristeza y dolor que nos causa la noticia, tengo también la alegría de comunicarles que Nuestro Padre ha llegado al final de su peregrinación terrena". Una peregrinación al menos tortuosa.
Agregó:
"Con la paz que siempre llenó su alma, partió hacia su destino eterno el día 30 de enero en Estados Unidos".
Una paz que los presuntos abusado no tuvieron.
"Se trata de un momento que, aunque ya sabíamos que habría de llegar, nos causa a todos humanamente una profunda tristeza. Su partida nos duele en lo más hondo del alma"
No todas las tristezas son iguales y ya sabemos que siempre hay algunos más tristes que otros.
"Pero por otro lado, él siempre nos habló de la esperanza, y al hablar de la muerte, siempre nos habló de la Resurrección. Por eso no nos vamos a detener en la tristeza del momento ni en las lágrimas del corazón"
Sobre los supuestos abusos cometidos por Maciel, sobre la sanción impuesta sobre el sacerdote, sobre su dudosa autoridad moral no hay una sola mención.
Una ceguera de lo más sugerente. Una ceguera que se va pareciendo al olvido.

Marcelo Daniel Fernández

http://www.legionariesofchrist.org/articulos/articulo2.phtml?se=238&ca=805&te=585&id=19448&csearch=805

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