04 marzo 2007

Las espantosas desgracias de este mundo

Otra vez, una mañana
otra más.


Llueve a lágrimas,
No cae ninguna.

Agua que golpea
contra el vidrio.


Acá reina el silencio.
En el pensamiento,
siempre vivo.


Viento que abre puertas,
no entrás

no estás
no sos.

1 comentario:

Marcelo Fernández dijo...

Mavi, Bienvenida. Si, llueve a lágrimas, llueve porque nadie ve que la lluvia no ha parado de caer. Y los vidrios muestran la imagen que requiere del silencio y de puertas que nunca se abran.
Bienvenida otra vez a esta lucha contra el silencio.