Reflexiones de servilletas de papel - crónica I

Y él me dijo:
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... no corras...

... no escupas...

... ni mires contra el viento...

... y así serás feliz...

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Y él me insistió:

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... no tires...

... no luches...

... ni nades contra la corriente...

... y así serás feliz...

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Y él se animó a aconsejarme:

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... no pienses...

... no digas...

... ni actúes contra las costumbres...

... y así, sólo así serás feliz...

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Siempre lo escuché atentamente. Lo miraba fijo para intentan recordar sus palabras, y después me dedicaba a pensarlas. Sí... pensaba y repensaba lo que él me decía, lo que él me insistía, lo que él me aconsejaba.

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Él tenía razón. Si quería ser feliz como él... tenía razón.

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Pero un día, o una noche, en verdad no lo recuerdo bien, me le acerqué mientras aún trabajaba y le pregunté:

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¿y vos... sos feliz?

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Él me miró... sonrió... y cuando estaba por caer una lágrima se retiró.

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Él nunca más me dijo, nunca más me insistió, nunca más me aconsejó.

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Pero aquella última reunión familiar a la que asistió, él se me acercó, y por primera vez me pidió algo:

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... por favor, por favor... vos sí sé feliz...

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